Hola, amigo!
Por propia experiencia, puedo decirte que tan sólo con 6 kms, recorridos en zona de montaña, (mucha curva, y más cuestas, en uno u otro sentido), al llegar a la gasolinera para comprobar la presión de las ruedas, casi me quedo sin huellas!
El disco es metalico y frena por la fricción de 2 pastillas de ferodo laterales, por poco que se use, (en mi caso era el trasero y no se usa apenas), alcanzan en poco tiempo unas temperaturas "de tatuaje"!
y no se trata de que frenes como las abuelas, ni de que vayas quemado, con una conducción tranquila es suficiente.
En mi opinión, si no notas nada extraño en el comportamiento de los frenos, como esponjosos, (que la maneta se hunda), o ruido metálico o lo que sea ajeno a su normal funcionamiento, no te rayes la cabeza... y sobre todo, no le acerques la yemita de los dedos!
El mecánico, por el coche, me tiene muy advertido de que procure no pillar charcos, pues dada la temperatura de los discos al rodar, (se acerca al rojo vivo), se podrían alabear facilmente. No obstante, si eso te sucediera, lo notarías al frenar, pues el efecto de un disco doblado es similar al que realiza un ABS, (es decir, a golpes), con la diferencia de que en este caso..... NO FRENA UN CARAJO!
Lo dicho, no concedas mayor importancia, salvo lo mencionado con anterioridad.