Al final me lié la manta a la cabeza y me puse a desmontar cosas, comprobando que muchas piezas llevaban una especie de almohadillas de neopreno que por el paso del tiempo o lo que sea habían perdido el grosor inicial y hacían que las partes metálicas quedaran en contacto entre ellas vibrando y produciendo esos ruidos asquerosos. Cogí un rollo de burlete de goma de ésos que se ponen en los cantos de puertas y ventanas, y me puse a pegarlo por todas las zonas problemáticas, sobre todo las piezas que forman el falso depósito y las tapas del cuello del chásis. Ahora ya no suena nada y puedo dormir por las noches...

Si tenéis ruidos molestos tipo grillo, no dudéis en desmontar piezas y aislarlas con lo que tengáis a mano, goma, fieltro, etc... es una bricoñapa de lo más sencillo.
